La coprofagia en perros es el término que se utiliza para describir el comportamiento por el que los perros se comen sus heces. Este comportamiento puede ser observado en perros de todas las edades, razas y géneros. Aunque no todos los perros lo hacen, es relativamente común y puede ser un problema para algunos dueños de mascotas.
Lo primero que debes saber es que este hábito está presente en todas las especies caninas: perros, coyotes, lobos. Antes de que los perros fueran domesticados, eran carroñeros, sobrevivían con todo lo que podían encontrar y comúnmente se alimentaban de los desechos de otros animales.
En la actualidad, la coprofagia sólo es aceptable cuando una perra tiene una camada, ya que cuando una madre cuida a sus cachorros recién nacidos comer sus desechos es instintivo y completamente normal. Es una forma de mantener su guarida limpia para no atraer depredadores con señales de olor, razón por la que con frecuencia consumirá las heces de sus crías.
Aunque la coprofagia no es necesariamente perjudicial para la salud de un perro, puede ser un problema de higiene y una vía para la transmisión de parásitos o enfermedades a otros animales o humanos. Además, puede ser un signo de un problema comportamiento o de salud subyacente, como una dieta inadecuada o un trastorno digestivo.
¿Por qué los perros se comen su popó?
La coprofagia en perros puede deberse a diversos motivos ligados tanto a temas médicos como de comportamiento, incluyendo deficiencias nutricionales, trastornos digestivos, aburrimiento, ansiedad, falta de atención y aprendizaje. También es un comportamiento considerado como normal en perros cachorros, ya que puede ser una forma de explorar el mundo que los rodea.
Causas médicas de la coprofagia en perros
La coprofagia en perros puede tener múltiples causas médicas, que incluyen:
- Problemas gastrointestinales: Si un perro tiene problemas gastrointestinales como malabsorción, insuficiencia pancreática exocrina o una infección parasitaria, es posible que no esté absorbiendo adecuadamente los nutrientes de su dieta y pueda recurrir a comer heces para tratar de compensar esa falta de nutrientes.
- Enfermedades endocrinas: Algunas enfermedades endocrinas como la diabetes, la enfermedad de Cushing o el hipotiroidismo pueden provocar un aumento del apetito en los perros, lo que podría llevarlos a comer sus heces.
- Trastornos alimentarios: Los perros con trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia pueden recurrir a comer sus heces como una forma de satisfacer su necesidad de comer.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden afectar el apetito de un perro, lo que podría llevarlo a comer sus heces.
- Problemas neurológicos: En casos raros, los problemas neurológicos como la epilepsia o los trastornos compulsivos pueden provocar coprofagia en los perros.
Causas conductuales de la coprofagia en perros
Además de las causas médicas, la coprofagia en los perros también puede ser causada por factores comportamentales, que incluyen:
- Instinto animal: Los perros son animales que en la naturaleza comen carroña y heces de otros animales para obtener nutrientes. Aunque los perros modernos son alimentados con alimentos balanceados, todavía pueden tener el instinto de comer heces.
- Ansiedad y estrés: Los perros que experimentan ansiedad o estrés pueden comenzar a buscar cosas para hacer y recurrir a comer heces como un comportamiento compulsivo o para aliviar su ansiedad.
- Falta de atención y aburrimiento: Los perros que no reciben suficiente atención o estímulo pueden recurrir a comer heces como una forma de llamar la atención o como una actividad que los mantiene ocupados.
- Falta de entrenamiento y socialización: Los perros que no han sido entrenados adecuadamente o que no han sido socializados correctamente pueden desarrollar comportamientos no deseados, como la coprofagia.
- Comportamiento aprendido: Pueden haber aprendido este comportamiento de otros perros, especialmente si han crecido en un ambiente donde otros perros han comido sus heces. También, en el caso de perros rescatados, si han sido recompensados en el pasado por comer heces, pueden aprender que es aceptable y seguir haciéndolo.
- Curiosidad: Algunos perros pueden probar sus heces simplemente por curiosidad o por explorar su entorno.
¿Cómo evito que mi perro coma sus heces?
Hay varias medidas que puedes tomar para evitar que tu perro coma sus heces, para saber cuál es la ideal para tu perro será necesario que lo vigiles para investigar cuál es la causa de su consumo.
- Limpia las heces de tu perro de inmediato: La respuesta más obvia a este problema es que no permitas que tu perro caiga en la tentación y levantes sus heces de inmediato para evitar que tenga acceso a ellas.
- Supervisa a tu perro mientras está en el exterior: Si tu perro está acostumbrado a comer heces de otros animales, puede ser útil mantenerlo atado o supervisarlo mientras salen de paseo para evitar que lo haga.
- Proporciona una dieta adecuada: Asegúrate de que tu perro esté recibiendo una dieta equilibrada y adecuada para su edad y nivel de actividad. Una dieta adecuada puede reducir la necesidad de que tu perro busque nutrientes adicionales en las heces.
- Estimúlalo mental y físicamente: Proporciona a tu perro suficiente estimulación mental y físico a través de largos paseos en los que puedan olfatear su entorno y juguetes o dinámicas de juego en casa que le permitan mantenerse ocupado mentalmente.
- Usa un repelente de coprofagia: Hay productos disponibles en el mercado que pueden ayudar a disuadir a los perros de comer heces. Pregúntale a tu veterinario si este tipo de producto podría ser útil para tu amigo de cuatro patas.
- Utiliza medicamentos: Hay algunos medicamentos que se pueden usar para ayudar a evitar que un perro coma sus heces, pero antes de usar es importante hablar con un veterinario para determinar si son necesarios y si son seguros para tu perro.
Medicamentos para evitar que tu perro coma sus heces
Hay algunos medicamentos que pueden ayudar a prevenir que un perro coma sus heces, pero es importante recordar que estos medicamentos no son una solución a largo plazo y no deben ser utilizados sin la supervisión de un veterinario.
Entre los medicamentos que pueden ser prescritos para prevenir la coprofagia en perros se encuentran:
- Aditivos para la comida: Hay algunos aditivos que se pueden agregar a la comida del perro que tienen un sabor y aroma desagradables para ellos y pueden disuadirlos de comer heces.
- Suplementos nutricionales: Si la coprofagia es causada por una deficiencia nutricional, un suplemento nutricional puede ayudar a corregir el problema.
- Probióticos: Los probióticos pueden ayudar a mejorar la salud intestinal de un perro y reducir la necesidad de buscar nutrientes adicionales en las heces.
- Enzimas digestivas: Algunos perros pueden tener dificultades para digerir los nutrientes de su dieta, lo que puede hacer que busquen nutrientes adicionales en las heces. Las enzimas digestivas pueden ayudar a mejorar la digestión.
- Medicamentos para la ansiedad: Si la coprofagia es causada por la ansiedad, un medicamento para la ansiedad puede ayudar a reducir el comportamiento.
Si tu perro se está comiendo sus heces, es importante que lo lleves al veterinario para descartar cualquier problema de salud subyacente, buscar formas para ayudarlo a modificar el comportamiento y evitar que persista o empeore. Además, puedes realizar cambios en su dieta, y dedicar más tiempo a supervisarlo y entrenarlo para evitar que siga consumiendo sus desechos.
Preguntas Frecuentes
¿Mi perro dejará de comerse sus heces si le doy piña?
No hay evidencia que sugiera que dar piña a los perros evitará que coman sus heces. Aunque la piña contiene una enzima llamada bromelina que puede ayudar a descomponer las proteínas y mejorar la digestión en los perros, no hay pruebas de que esto tenga algún efecto en la prevención de la coprofagia.
¿Debo ir al veterinario si mi perro se comió su popó?
En general, si su perro se come sus heces una vez, no es necesario ir al veterinario. Sin embargo, si su perro tiene un comportamiento recurrente de comer sus heces, es recomendable consultar al veterinario para una evaluación. El veterinario puede examinar a su perro para descartar cualquier problema de salud que pueda estar contribuyendo a este comportamiento.
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