Si te preguntas ¿qué es la dieta BARF para perros?, tienes que saber que es una forma de alimentación natural que consiste en darles alimentos crudos, como carne, huesos, vísceras, frutas y verduras. Su nombre viene de Biologically Appropriate Raw Food, que significa comida cruda biológicamente adecuada. La idea es imitar la dieta que tendrían los perros en la naturaleza, aprovechando todos los nutrientes y evitando los procesados y los aditivos.
Según un estudio realizado en 2016 por la Universidad de Helsinki, los perros que siguen una dieta BARF presentan una mayor diversidad de bacterias beneficiosas en su intestino que los que consumen alimentos comerciales. Esto podría mejorar su salud digestiva y su capacidad para resistir infecciones.
Beneficios de la dieta BARF
Los defensores de la dieta BARF afirman que tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar de los perros, tales como:
1. Piel y pelo radiantes
Mejora la calidad del pelo y la piel, reduciendo las alergias y las infecciones; un artículo publicado en el Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition en 2001 encontró que los perros alimentados con una dieta BARF tenían un pelo más brillante y una piel más sana que los que comían pienso seco.
2. Sistema inmunológico más fuerte
Fortalece el sistema inmunológico y previene enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis. Una investigación realizada por la Universidad de Padua en 2013 demostró que los perros que seguían una dieta BARF tenían unos niveles más bajos de glucosa e insulina en sangre que los que ingerían alimentos procesados. Esto podría reducir el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2. Asimismo, otro estudio de la misma universidad en 2015 mostró que los perros que consumían este tipo de dieta tenían menos inflamación y dolor articular que los que se alimentaban con croquetas.
3. Mejor digestión y salud dental
Favorece la digestión y la salud dental, al estimular la producción de enzimas y saliva y evitar la formación de sarro. Un informe elaborado por el Colegio Americano de Nutrición Veterinaria en 2012 señaló que los perros que masticaban huesos crudos tenían unos dientes más limpios y unas encías más sanas que los que no lo hacían.
4. Más energía para tu perro
Aumenta la vitalidad y el nivel de energía, al proporcionar una alimentación más variada y apetecible. Un estudio realizado por la Universidad de Nottingham en 2017 observó que los perros que comían una dieta BARF mostraban un mayor interés por su comida y una mayor satisfacción después de comerla que los que consumían alimentos comerciales.
5. Mejora el olor del perro
Reduce el olor corporal y de las heces, al eliminar los aditivos y conservantes de los alimentos procesados. Un trabajo publicado en el Journal of Veterinary Behavior en 2009 indicó que los perros que seguían una dieta BARF emitían menos olor corporal y producían unas heces más pequeñas y menos olorosas que los que ingerían pienso seco.
Riesgos de la dieta BARF
Sin embargo, la dieta BARF también tiene algunos inconvenientes y riesgos que hay que tener en cuenta antes de adoptarla, como:
1. Desequilibrios nutricionales
Puede provocar deficiencias o excesos nutricionales si no se sigue un plan equilibrado y adecuado a cada perro. Un informe elaborado por el Colegio Europeo de Nutrición Veterinaria en 2011 alertó sobre la falta de evidencia científica que respalde la seguridad y eficacia de la dieta BARF. El informe señaló que muchos alimentos crudos para perros no cumplen con las recomendaciones nutricionales establecidas por la Asociación Americana de Oficiales de Control de Alimentos (AAFCO) o el Comité Europeo para Alimentos para Animales (FEDIAF). Esto podría provocar carencias o excesos de nutrientes esenciales como proteínas, calcio, fósforo o vitaminas.
2. Intoxicación y problemas gastrointestinales
Puede causar problemas gastrointestinales o intoxicaciones por bacterias o parásitos presentes en los alimentos crudos. Un estudio realizado por la Universidad de Zurich en 2017 detectó la presencia de parásitos como Toxoplasma gondii o Echinococcus multilocularis en algunos alimentos crudos para perros. Estos parásitos pueden causar graves enfermedades tanto en los animales como en las personas que entran en contacto con ellos.
3. Lesiones por consumo de huesos
Puede ocasionar lesiones por astillas o perforaciones de los huesos en el aparato digestivo o bucal. Un artículo publicado en el Journal of Small Animal Practice en 2010 describió varios casos de perros que sufrieron lesiones graves por morder huesos crudos. Estas lesiones incluían fracturas dentales, obstrucciones intestinales, perforaciones esofágicas o hemorragias internas.
4. Es más difícil seguir la dieta BARF
Requiere un mayor tiempo y esfuerzo para preparar los alimentos y asegurar su correcta conservación e higiene. Un artículo publicado en el Journal of the American Veterinary Medical Association en 2018 advirtió sobre el riesgo de contaminación por bacterias como Salmonella o Campylobacter en los alimentos crudos para perros. Estas bacterias pueden causar enfermedades tanto en los animales como en las personas que manipulan o consumen estos alimentos.
¿Cómo alimentar a tu perro con una dieta BARF?
Para hacer la dieta BARF para tu perro, necesitas saber qué ingredientes puedes usar y en qué proporciones. Los ingredientes principales son:
Carne
Puede ser de pollo, pavo, ternera, cordero, cerdo o pescado. Debes elegir cortes magros y variar las fuentes de proteína. La carne debe ocupar entre el 50% y el 70% de la dieta.
Huesos
Deben ser carnosos y blandos, como los de pollo, pavo o conejo. Nunca debes dar huesos cocidos, ya que se astillan y pueden causar daños internos. Los huesos aportan calcio y fósforo, y ayudan a limpiar los dientes. Deben ocupar entre el 10% y el 20% de la dieta.
Vísceras
Son órganos como el hígado, el riñón, el corazón o la lengua. Son muy ricos en vitaminas y minerales, y deben ocupar entre el 10% y el 15% de la dieta. El hígado es el más importante y debe estar presente al menos una vez por semana.
Frutas y verduras
Aportan fibra, antioxidantes y fitonutrientes. Deben estar bien lavadas y troceadas, y puedes darlas crudas o cocidas al vapor. Algunas opciones son la manzana, la zanahoria, el plátano, la calabaza o el brócoli. Deben ocupar entre el 5% y el 10% de la dieta.
Alimentos complementarios
Puedes complementar la dieta con otros alimentos como huevos, yogur natural, queso fresco, semillas de chía o levadura de cerveza. Estos alimentos aportan grasas saludables, probióticos y otros nutrientes beneficiosos. Deben ocupar entre el 5% y el 10% de la dieta.
¿Cuál es la porción adecuada para mi perro en una dieta BARF?
La cantidad de comida que debes darle a tu perro depende de su peso, edad, actividad física y estado de salud. Como norma general, se recomienda dar entre el 2% y el 3% del peso ideal del perro al día. Por ejemplo, si tu perro pesa 10 kg y está en su peso ideal, deberías darle entre 200 g y 300 g de comida al día. Puedes repartir esta cantidad en una o dos tomas diarias.
Para preparar la dieta BARF para tu perro, sólo tienes que mezclar los ingredientes en las proporciones adecuadas y ofrecérselos a tu perro en un recipiente limpio. Puedes hacerlo cada día o preparar varias raciones y congelarlas para tenerlas listas cuando las necesites. Es importante que descongeles la comida lentamente en la nevera o en baño maría antes de dársela a tu perro.
¿Cómo introducir a mi perro a la dieta BARF?
Si quieres empezar a darle la dieta BARF a tu perro, debes hacerlo de forma gradual y supervisada por un veterinario. Es normal que al principio tu perro tenga algunos síntomas como diarrea, vómitos o pérdida de apetito. Esto se debe al cambio en su flora intestinal y a la adaptación a los nuevos alimentos. Estos síntomas suelen desaparecer en unos días o semanas.
Para hacer la transición a la dieta BARF puedes seguir estos pasos:
- El primer día, dale a tu perro sólo carne magra cruda como única comida del día.
- El segundo día, añade un poco de hígado crudo a la carne magra.
- El tercer día, añade un poco de otro tipo de víscera cruda a la carne magra y al hígado.
- El cuarto día, añade un poco de hueso carnoso crudo a la mezcla anterior.
- El quinto día, añade un poco de fruta o verdura cruda o cocida al vapor a la mezcla anterior.
- El sexto día, añade un poco de otro complemento como huevo o yogur a la mezcla anterior.
- El séptimo día, ajusta las cantidades según las proporciones recomendadas.
Recuerda que la dieta BARF requiere una planificación cuidadosa y supervisión veterinaria para asegurar que tu perro recibe todos los nutrientes que necesita. Si tienes alguna duda o consulta sobre este tema, no dudes en dejar un comentario.
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